Venezuela 2005
Fernando Chumaceiro
Un año nuevo no es necesariamente un nuevo año, ya que en la sucesión del tiempo el presente es tan fugaz que sólo el pasado y el futuro tienen presencia y duración permanente. El pasado habita siempre en el recuerdo, mientras que el futuro lo hace en la esperanza… o en la desesperación. De allí, que el camino hacia el futuro no deba recorrerse solo, sino de la mano de Dios. De lo contrario deambularíamos, zigzagueantes y a la deriva, sin rumbo fijo, perdidos en las múltiples encrucijadas del camino. Sólo de la mano de El es posible avanzar con ilusión y optimismo al encuentro del futuro.En los cementerios del pasado debemos enterrar todo lo negativo que nos trajo el año 2004 y en la maternidad de este año debemos incubar los proyectos, las iniciativas y el plan de vida que cada uno se proponga realizar en este tiempo que acaba de comenzar.Es posible que la prepotencia, que suele merodear alrededor del poder, quiera avasallar a quienes no comp